Esta semana nos vamos de ruta por la característica ciudad de Bristol. Esta localidad es la más grande situada en la zona del suroeste inglés, muchos de vosotros habréis oído hablar de ella o incluso tendréis amigos o familiares residiendo allí, otros posiblemente no, por ello el post de esta semana va dedicado a esta bonita ciudad que sigue acaparando el destino de muchos paisanos.

Para empezar, un dato que inmediatamente captó mi curiosidad es que en el globo terráqueo existen nada más y nada menos que  34 ciudades que llevan el nombre de Bristol. Pero no os asustéis queridos lectores, únicamente me centraré en el que echó raíces en tierras británicas.

Pasear por las calles de la ciudad es una gozada, pero más aún lo es el poder caminar por la ribera del río que atraviesa sus entrañas, el río Avon. Además, también tienes la posibilidad de navegar por el río en uno de sus barcos aconsejablemente durante un atardecer.

Uno de los emblemas más internacionales de la ciudad es el puente colgante de Clifton. Sin duda, atravesarlo es una de las experiencias más vertiginosas que podrás vivir en esta city. Si tienes la oportunidad de visitar Bristol, no puedes marcharte sin cruzar el puente y vivir esa experiencia en las alturas.

Tampoco puedes dejar la ciudad sin antes haber visitado su parque más antiguo, conocido como Brandon Hill. Desde allí podrás tener vistas de las más bonitas de la localidad, además de tener la oportunidad de subir a la Torre de Cobot, para tener una perspectiva desde más arriba.

Si eres valiente y no tienes miedo a las alturas, desde hace 39 años se celebra en la ciudad el día del globo. Las fechas de este año van desde el 10 de agosto hasta el 13. Es un evento gratuito y una forma diferente de ver la ciudad desde las alturas. Sin duda, un espectáculo que no te puedes perder.

Y para terminar, añadiré que como curiosidad hace unos años esta ciudad se ganó el título de “Ciudad Verde”, premio concedido a las ciudades que tienen conciencia del entorno medioambiental.

Este post es obra original de María Mora